A veces, las personas que mejor nos conocen son quienes pueden describirnos con más claridad. Por eso, he pedido a alguien cercano que os hable un poco de mí:

Conocer a Virginia es descubrir a alguien que ilumina todo a su alrededor con la mejor de sus sonrisas y una cámara en la mano. Virginia o Vir, como la llamamos nosotros, tiene un don especial para capturar la belleza en los momentos más simples, aquellos que muchos podrían pasar por alto, pero que ella convierte en recuerdos inolvidables. Su pasión por la fotografía va más allá de lo técnico; Ella busca siempre la autenticidad, esa conexión genuina que surge cuando las personas son ellas mismas.

Recuerdo cuando nos contó el nombre que había elegido para su proyecto: La Chicharra Prometida. Nos encantó. Es un nombre que refleja perfectamente su esencia, ese toque de nostalgia al recordar a su abuela y tenerla presente en cada clic, esa manera de capturar y preservar los recuerdos, haciendo que sigan más vivos que nunca. Porque, al fin y al cabo, la fotografía trata de eso: de mantener vivas las historias, de revivir los momentos más importantes una y otra vez.

Por eso, si estás buscando a alguien que capture los momentos más importantes y emotivos de tu gran día, sin duda, Vir es la persona que estás buscando.